
FPLE pide recordar que “la calefacción eléctrica ahorra emisiones a hogares, servicios e industria y elimina la contaminación en las ciudades”
- Publicado por Foro para la Electrificación
- El 21 diciembre, 2020
“Una transición en los sistemas de calefacción hacia la electricidad como fuente energética contribuiría a reducir las emisiones en España de acuerdo con lo establecido en el PNIEC”, apuntan desde el Foro para la Electrificación
La energía para calefacción y agua caliente supone entre un 60% y un 70% de la consumida por los hogares. Dependiendo del área geográfica donde se sitúe, con clima frío o templado, un hogar puede incrementar este gasto entre un 50% y un 80% más, según datos de Deloitte. Por tanto, el clima es un factor clave al analizar los consumos de energía en los hogares, así como para plantear actuaciones de sostenibilidad en este sector.
Dependiendo de la fuente energética que las alimente, las calefacciones pueden ser más o menos contaminantes, más o menos generadoras de gases de efecto invernadero (GEI) y, por tanto, contribuir o no a la acción climática y a la mejora de la calidad del aire en las ciudades.
Y es que, un hogar equipado con bomba de calor podría emitir actualmente entre un 20% y un 30% menos gases de efecto invernadero que otro dotado de caldera convencional, y esta cifra será mucho mayor a futuro con el avance de las renovables en la generación eléctrica. En el caso de edificios de servicios, el cambio de equipos térmicos, también por bomba de calor, posibilitaría reducciones de emisiones de GEI que pueden alcanzar rangos similares por metro cuadrado, según Deloitte.
En este sentido, el Foro para la Electrificación pide recordar que «la calefacción eléctrica ahorra emisiones a hogares, servicios e industria y elimina la contaminación en las ciudades», por lo que «una transición en los sistemas de calefacción hacia la electricidad como fuente energética contribuiría a reducir las emisiones en España de acuerdo con lo establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)», cuyo objetivo es convertir a España en un país neutro en carbono en 2050.
«La electricidad como forma de energía es la que mayor potencial de reducción de emisiones ha demostrado. No solo en su generación, gracias al mayor peso que las fuentes de energía renovable van adquiriendo en el mix energético. También, porque en su consumo no las produce, lo que redunda en la calidad del aire de las ciudades, grandes demandantes de energía y donde se concentran los mayores porcentajes de población», apuntan desde el Foro para la Electrificación. De hecho, «en las ciudades, las emisiones domésticas (calefacciones) derivadas del uso de combustibles fósiles son fuente de emisión de SOX, NOX y partículas», añaden.
Aunque actualmente la demanda de energía para la climatización es el uso mayoritario de los edificios en las ciudades, junto con proveer de agua caliente sanitaria, para el Foro para la Electrificación «los sistemas de calefacción eléctricos tienen un amplio recorrido para aumentar su implantación tanto en los hogares como en los edificios de las administraciones públicas, oficinas, centros comerciales, servicios, etc. En combinación con sistemas y medidas de eficiencia energética, los consumos disminuirían notablemente y aumentaría el potencial de reducción de emisiones y contaminación de las calefacciones urbanas».
Además, la instalación de contadores inteligentes da diversas posibilidades a los consumidores: desde integrar las instalaciones de autoconsumo, a ajustar las necesidades de contratación de potencia, acceder a planes flexibles y ajustar los patrones de consumo. Desde el punto de vista ambiental, los consumidores pueden participar de la acción climática eligiendo proveedores de electricidad verde.
Adicionalmente, el Foro para la Electrificación detalla otras características de la energía eléctrica que los usuarios valoran a la hora de elegir un sistema nuevo, según recogen estudios del IDAE sobre factores decisivos en la elección de sistemas de generación de calor y frío en los ámbitos residencial, no residencial e industrias: los que garantizan niveles de confort, sencillez de uso y el fácil acceso a la energía que los alimente, ahorros económicos de los costes de instalación y a lo largo de la vida útil de los equipos, así como la baja necesidad de mantenimiento, la garantía de suministro y la seguridad en su uso.
En cuanto a los aspectos económicos de las diferentes fuentes de energía, «la cada vez mayor aportación de las energías renovables al sistema contribuirá a bajar el precio de la electricidad. Y, paralelamente, una mayor demanda de energía eléctrica redundará en una mayor presencia de fuentes renovables autóctonas en el mix energético, que será también menos dependiente de fuentes importadas», concluye el Foro para la Electrificación.
Recurrir a sistemas de calefacción descarbonizados, permitirá a los profesionales que teletrabajan, comercios, y a las empresas de todos los sectores y tamaños, mejorar sus datos en los registros de huella de carbono.
Fuente: FORO PARA LA ELECTRIFICACIÓN
Ref: Deloitte – Ciudades energéticamente sostenibles: la transición energética urbana a 2030 https://www2.deloitte.com/es/es/pages/strategy/articles/ciudades-energeticamente-sostenibles.html