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Preguntas frecuentes

Impulsamos la electrificación de la economía porque ha demostrado ser la vía más eficiente para descarbonizar nuestra sociedad y reducir las emisiones de carbono. Ponemos en valor información relevante para instituciones y administraciones, tejido empresarial y sociedad en general, para situar la electrificación en el centro de la acción energética y medioambiental, apoyándonos en la relevancia de los avances que está realizando y en el potencial que ofrece para la transición energética. (Leer más)
La electrificación es una tecnología que ofrece empleo a largo plazo y de calidad, el proceso de transición energética debe suponer una transformación de nuestra sociedad, aumentando la competitividad y fomentando la actividad económica en nuestro país. El  (PNIEC) 2021-2030 prevé que la inversión, solo en renovables, generará más de 100.000 empleos por año y que entre todas las inversiones se alcanzará un aumento del 1,7% en el empleo en 2030. (Leer más)
Del total de energía consumida en nuestro país, solamente el 26 % corresponde a fuentes propias. En España son fuentes autóctonas la solar, la eólica, la hidráulica, la geotérmica, la nuclear y la biomasa. En nuestra producción energética primaria, seguimos consumiendo más las que paradójicamente son residuales en España: el carbón, el gas y el petróleo. Esto nos obliga a depender del exterior y es una situación que necesitamos corregir para ahorrar costes e incrementar nuestra seguridad energética. (Leer más)
El INE cifra nuestra dependencia energética en un 73,9%. Casi veinte puntos porcentuales más que la europea (55,1%). Esta situación se puede corregir al intensificar la electrificación y potenciar el uso de energías autóctonas. Urge aprovechar nuestro parque eléctrico y reducir nuestra dependencia energética, ahorrando costes, además, al evitar la importación de combustibles fósiles. (Leer más)
Porque supone desligar el precio de la electricidad del mercado de los combustibles de origen fósil. Una mayor penetración de las renovables en el mix eléctrico reduce nuestra dependencia energética y permite gestionar de forma más eficiente el consumo, abaratando los precios finales para el consumidor. (Leer más)
La electrificación permite descarbonizar de forma eficiente y segura, es decir, reducir nuestro impacto en el planeta y mejorar en aspectos tan importantes como la calidad del aire que respiramos. (Leer más) Además…
  • Genera empleo. El (PNIEC) 2021-2030 prevé que la inversión, solo en renovables, generará más de 100.000 empleos por año y que entre todas las inversiones se alcanzará un aumento del 1,7% en el empleo.
  • La electrificación del hogar simplifica las tareas y ahorra horas de trabajo, implica mayor comodidad y seguridad en nuestro día a día.
  • Abarata la factura. A mayor aportación de las energías renovables, menor precio en la factura de la luz, su producción es más barata y no depende del precio de los carburantes.
 
Impulsar, con nuestras decisiones, el empleo de la electricidad en detrimento de otras fuentes más contaminantes y que integren menos renovables. Por ejemplo, el tráfico y las calefacciones son puntos críticos para la calidad del aire que respiramos en las ciudades. Sustituir el consumo del gasóleo o del gas por otras energías más limpias suponen una gran diferencia en la reducción de las emisiones y en la consecución de los objetivos de neutralidad climática. (Leer más)
Porque el mejor CO2 es el que no se emite y la electricidad es una energía barata, segura, eficiente y limpia que se puede generar sin emitir CO2 a la atmósfera. Es el proceso más seguro y eficaz para descarbonizar nuestra sociedad. (Leer más)
Es el proceso para convertir una economía intensiva en el uso de combustibles fósiles en otra de bajo bajas emisiones gracias al uso de la electricidad. (Leer más)
La electrificación tiene un papel necesario en el proceso de transición energética. (Leer más) Entre todos los vectores, el eléctrico ha demostrado mayor capacidad de descarbonización y niveles más altos de eficiencia energética. (Leer más)  
Es el proceso para reducir al mínimo las emisiones de carbono, sobre todo CO2. ¿Cómo? Principalmente sustituyendo el uso intensivo de combustibles fósiles por otros de energías no contaminantes, como la electricidad de origen renovable. Una necesidad y un compromiso urgente para todos en la lucha contra el cambio climático. (Leer más)
Las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático representan el factor de competitividad más importante para impulsar la economía y el empleo. Además, España es uno de los países con mayor potencial de recursos energéticos renovables de la Unión Europea. Hasta ahora, hemos aprovechado sólo la punta del iceberg de estos recursos. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las acciones para limitar la temperatura del planeta a 2ºC facilitarán la creación de 24 millones de empleos en todo el mundo en 2030 y compensará la pérdida de 6 millones de empleos relacionados con el carbón y el petróleo. Es decir, se crearán 4 empleos en sectores relacionados con la descarbonización por cada empleo que se perderá por el abandono del uso de combustibles fósiles. Apostar por la electrificación es apostar por la creación de empleo de valor para la sociedad.
Como hemos comentado anteriormente, la principal es que el  vector eléctrico presenta la  capacidad de descarbonizarse y permite alcanzar los niveles más altos de eficiencia energética. Avanzar en la descarbonización global de la economía para alcanzar los objetivos de 2030 y 2050, requerirá integrar más renovables. La electrificación dispone de las herramientas más innovadoras, tanto tecnológicas como es el caso del almacenamiento, como de nuevos modelos de servicios, que permitirán adaptar la red eléctrica ofreciendo una energía más competitiva y sostenible.
De todos los vectores energéticos, el eléctrico ha demostrado mayor capacidad para descarbonizarse. Así, el 12 de diciembre de 2015, representantes de 195 países acordaron en París rebajar las emisiones que provocan el calentamiento global para que la temperatura del planeta no aumente 1,5 o 2 grados. El 22 de abril de 2016 los gobiernos de 155 países firmaron en Nueva York el acuerdo en defensa del clima Se puede debatir mucho sobre sobre los caminos a seguir para cumplir con este reto, pero lo que parece claro es que el mejor CO2 es el que no se emite. Atendiendo al desarrollo tecnológico actual y al uso intensivo de energía de la sociedad, la transición energética deberá contar con un mayor protagonismo de la electricidad, una energía que se puede generar sin emitir CO2 a la atmósfera, es barata, fiable, eficiente y limpia.
La Unión Europea está volcada en alcanzar en 2030 una reducción del 40% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y llegar en 2050 a la "neutralidad climática". Estos objetivos solo se pueden conseguir a través de un proceso de electrificación de la economía, es decir, de los sectores del transporte, edificación e industria. La Agencia Internacional de la Energía asegura que la electricidad será la estrella del proceso de transformación y que es técnicamente viable que el 65% de la energía final consumida sea eléctrica. En España, el porcentaje que supone la energía eléctrica está en el 24% y, según Deloitte, para cumplir con los objetivos medioambientales deberíamos avanzar hasta un 35% de electrificación en 2030. Para bajar a tierra estas cifras podemos afirmar que al menos deberíamos ser capaces de sustituir por electricidad la energía que almacenan los depósitos de nuestros vehículos, y ser más eficientes medioambientalmente en la forma en que consumimos energía en nuestros hogares y en nuestros trabajos.