
La cara B de la inteligencia artificial y el gran reto medioambiental de la revolución de los datos: «El consumo energético se multiplicará por 15»
- Publicado por Foro para la Electrificación
- El 4 abril, 2023
Los servidores no dejan de crecer ante la cada vez mayor demanda de datos. Una situación que, de no ponerle remedio, puede tener graves repercusiones medioambientales en el futuro.
Durante estas últimas 24 horas se han enviado 231 millones de correos electrónicos en todo el mundo. También se han compartido 1,7 millones de publicaciones en Facebook, 347.000 tuits y 66.000 fotografías en Instagram. Una era, en la que el vídeo prevalece sobre la fotografía, en la que hemos pasado de compartir imágenes de lo más sencillas a colgar más 500 horas de contenido a YouTube a diario en calidades que alcanzan el 4K y consumir hasta un millón de horas en streaming en plataformas como Netflix o Twitch, tal y como recoge el último informe Data Never Sleeps elaborado por Domo.
Desde que Tim Berners Lee publicara la primera página web de la historia el 20 de diciembre de 1990 no hemos dejado de compartir contenido en Internet. De ahí a que actualmente haya cerca de 1.900 millones de páginas en todo el mundo que requieren de numerosos recursos para su buen funcionamiento. El tráfico global de Internet se ha expandido 20 veces en los últimos diez años y todo apunta a que seguirá creciendo de manera exponencial durante los próximos diez. Con la integración de la inteligencia artificial en nuestro día a día a través de modelos de lenguaje como el GPT que tan popular se ha hecho durante estos últimos meses, el contenido que se generará en los próximos años se magnificará todavía más en la conocida como sociedad de los datos. Unos datos y recursos que se centralizan en servidores, que a su vez necesitan de energía eléctrica tanto para funcionar como para mantenerse refrigerados y evitar un posible incendio.
«El consumo energético se multiplicará por 15»
Así lo cuenta la responsable de Campaña de Renovables y Transición Energética en Greenpeace España María Prado en declaraciones a la Cadena SER, donde incide en que cada vez requerimos de una mayor capacidad computacional para garantizar el buen funcionamiento de la tecnología: «Con el aterrizaje de la inteligencia artificial y los nuevos caminos que nos ofrecen plataformas como Chat GPT, cada vez necesitamos más capacidad computacional con todos los problemas que esto genera. Mantener todas estas redes requiere cantidades gigantescas de energía, de agua y de materiales, lo que está provocando que se disparen nuestras necesidades energéticas».
La mayor parte de nuestra huella de carbono digital se origina como consecuencia del almacenamiento de datos en la nube. Una nube que es posible gracias a los servidores repartidos por todo el mundo, responsables de almacenar toda esta información para que la sociedad pueda acceder a ellos en cualquier momento desde cualquier parte del planeta. Se calcula que, a día de hoy, los centros de servidores usan unos 30.000 millones de vatios para guardar nuestros datos, lo que equivale a la producción de 30 plantas nucleares. De esta manera, los servidores estarían generando una huella de carbono similar a la de toda la industria de la aviación. De hecho, el informe Clicking Clean desarrollado por Greenpace en 2017 apuntaba a que si la nube fuera un país, sería el quinto del mundo en consumo de energía. Por otro lado, este estudio también reflejaba que la huella energética del sector de las tecnologías equivalía ya a un consumo del 7% de la electricidad mundial y se esperaba el triple para 2020.