El papel de las grandes ciudades y del consumidor en el proceso de electrificación de la economía
- Publicado por Foro para la Electrificación
- El 26 julio, 2019
Por María Luisa Huidobro, Presidenta de ACIE
Crecimiento de la población urbana
Hoy, el 55% de la población mundial vive en áreas urbanas de acuerdo con los datos publicados por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas en su “2018 Revision of World Urbanization Prospects”. Se espera que esta proporción se vea significativamente incrementada hasta llegar al 68% en 2050, y que el 90% de este incremento de la población urbana mundial tenga lugar en Asia y África.
Por otro lado, el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-Habitat) indica que las ciudades consumen el 78% de la energía mundial y producen el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En cualquiera de los escenarios contemplados por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su World Energy Outlook 2018 (WEO ‘18), las políticas medioambientales relacionadas con la energía son claves para la consecución del doble objetivo de dar solución al problema del cambio climático y garantizar un nivel de calidad del aire compatible con la salud publica en buena parte de las grandes ciudades en el mundo. Cabe destacar que en muchas de estas ciudades la calidad del aire está seriamente dañada como consecuencia de las emisiones del sector transporte y por la proximidad a centrales térmicas, aunque existan factores adicionales de polución.
Electrificación de la economía
La electrificación de la economía pasa en primer lugar por la sustitución de la generación termoeléctrica por producción eléctrica con fuentes de energía renovable (principalmente eólica, fotovoltaica e hidroeléctrica), y por el desarrollo de tecnologías de almacenamiento asociadas a estas fuentes que garanticen la operatividad y seguridad del suministro. No obstante, es necesario aumentar la flexibilidad de los sistemas eléctricos a los precios de la energía y de la potencia y la reserva, mediante la participación activa de los consumidores en los mercados eléctricos nacionales y transfronterizos, fomentando las interconexiones.
La Unión Europea, según las estimaciones de la AIE en el escenario central del WEO ‘18, va a ver aumentada su potencia instalada neta hasta 2040 en aproximadamente 270 GW para sustituir la producción térmica y nuclear, excepto los CCGT que serán utilizados como reserva del sistema y para hacer frente al crecimiento de la demanda, siendo especialmente relevante el avance del vehículo eléctrico. Ese año, solo el 4% de la generación eléctrica provendrá del carbón.
Según la misma fuente, un 20% de estas inversiones son las previstas en España para el cumplimiento del plan del clima. Según los planes climáticos europeos, ahora en revisión por parte de la Comisión, la generación térmica no sobrepasara el 15% del total, frente a un 20% para el conjunto del mercado interior de electricidad.
El conjunto de los países de la Unión Europea, según el escenario central del WEO ‘18, producen en la actualidad el 31% de su energía eléctrica con energías renovables, aproximadamente 1.000 TWh/año y en 2040 esta proporción subirá hasta el 63%, con 2.200 TWh/año.
Sin embargo, en la zona Asia – Pacífico, la de mayor crecimiento en población y potencia instalada, la potencia neta crecerá en 3.500 GW hasta 2040 para satisfacer esencialmente las necesidades crecientes de energía que van a crecer un 84% en el mismo periodo. El carbón reducirá su presencia en el mix de generación eléctrica, pasando del 60% actual al 40% en 2040, pero con una potencia mucho mayor que la actual, 1.800 GW frente a los 1.400 GW actuales, y una producción térmica que pasará de 6.900 TWh en la actualidad a 8.400 TWh en 2040.No puede hablarse en esta zona de una situación de electrificación con base en renovables o tecnologías exentas de emisión. La zona Asia -Pacifico representará en 2040 el 53% de la producción mundial de energía eléctrica.
La mejora del ambiente en las ciudades puede contribuir al objetivo de revertir el cambio climático, siempre que se produzca una evolución relativamente rápida hacia una movilidad basada en vehículos exentos de emisiones, y se incorpore la generación fotovoltaica a pequeña escala en las grandes ciudades en un número significativo de hogares e industrias de la zona. Esta situación solo es compatible con las perspectivas recogidas en escenarios como el de desarrollo sostenible del WEO ‘18. Este escenario se caracteriza por un aumento menor de la demanda mundial en 2040 junto con una mayor penetración de renovables y una reducción considerable con respecto a la situación actual de la cobertura de la demanda de tecnologías con emisiones.
Desarrollo del vehículo eléctrico y autoconsumo
Ahora bien, la electrificación del parque de vehículos, por si misma, no garantiza la contribución a la mejora de la evolución del clima si no viene acompañada por la sustitución del parque térmico, especialmente el de carbón, por potencia renovable en la producción de electricidad.
Tanto la decisión de adquisición de un vehículo para sustituir los actuales por un hibrido o vehículos exentos de emisiones, como la de incorporar generación fotovoltaica a los hogares o los negocios, son decisiones de los consumidores sobre su vivienda, su negocio y su movilidad que requieren de una adaptación ágil de la oferta, que a su vez, depende en parte de que las regulaciones se actualicen.
Según el informe de la AIE “Global Electric Vehicle Outlook 2018”, China y Europa son las regiones globales para las que se espera un desarrollo más rápido del vehículo eléctrico. En el primer caso, impulsado por la obligación del gobierno chino a los fabricantes de cumplimiento de cuotas de nuevos vehículos eléctricos, vigente desde septiembre de 2017, y en el segundo caso por la revisión de los objetivos europeos de emisiones para 2030 combinada con la alta fiscalidad de los combustibles.
La adquisición de vehículos eléctricos en sustitución de los vehículos de combustible fósil en la actualidad es económicamente interesante para muchas familias y múltiples negocios ligados al transporte interurbano. Sin embargo, falta una adecuada respuesta de la industria en relación con el aumento de la autonomía de los vehículos y su fabricación en serie.
Falta también normativa que fomente la instalación masiva de cargadores de coches, sin olvidar la importancia de que estos cargadores dispongan de telecontrol para que puedan ser objeto de participación dinámica en los mercados de electricidad, de reserva de potencia y de Servicios de Ajuste a través de entidades especializadas, como son los agregadores de demanda y comercializadores en representación de sus clientes.
También deben producirse avances importantes en la normativa para que la generación distribuida y el autoconsumo se expandan, garantizando su acceso a la red y su desarrollo en todas las modalidades, incluyendo el autoconsumo y las conexiones mediante líneas directas y redes interiores.
Para ello, es necesario empezar eliminando los obstáculos económicos y de acceso a las redes que afectan al autoconsumo y a la generación distribuida. También favorecerá este desarrollo el acceso a los mercados de Servicios de Ajuste por parte de los consumidores y autoconsumidores, directamente o a través de sus comercializadores.