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El consumo y uso de energía en los hogares españoles

Encender la televisión, el ordenador o una simple bombilla; poner el lavavajillas o la lavadora, la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano. Todas ellas son acciones cotidianas y normales en los hogares españoles que hacen uso de energía.

En realidad, en las sociedades actuales, vivir es consumir energía. La electrificación de la economía ha mejorado el bienestar y confort de los ciudadanos, además de cambiar nuestro estilo de vida, nuestro comportamiento y nuestros patrones de consumo.

Un reciente estudio del IDAE, un instituto público dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha querido mostrar cuál es el comportamiento de los españoles en torno al consumo y al uso de la energía en sus hogares. Y estas son sus principales conclusiones.

El consumo anual de energía en los hogares españoles

En España, cada hogar consume una media de 9.908,76 kWh anuales, teniendo en cuenta todas las fuentes energéticas de un hogar (electricidad, gas natural y gasóleo, fundamentalmente). Por poner estos datos en contexto, los casi 17 millones de viviendas habitadas en España gastan en torno a la quinta parte de toda la energía consumida en España, y en torno a un cuarto de toda la electricidad. Traducido a dinero, los hogares españoles gastaron, de media, 990 euros en energía en 2020, lo que supone un 1,5 % más que el año anterior.

Eso sí, este consumo varía en función de la localización de la vivienda. Así, las viviendas situadas en el interior del país consumen una media de 12.641,81 kWh anuales, frente a los 9.292,37 kWh del Atlántico Norte y los 8.361,97 kWh de las viviendas situadas en el Mediterráneo. Del mismo modo, las viviendas unifamiliares tienen el doble de gasto energético que los pisos, con independencia de su ubicación.

En qué se consume más energía en los hogares españoles

El principal gasto energético de un hogar español es la calefacción, que representa aproximadamente la mitad del consumo total de energía del hogar. No obstante, en algunas viviendas mal aisladas, esta partida puede llegar a ser del 71 % del total de energía consumida si se quiere alcanzar la temperatura de confort.

Por detrás de la calefacción se sitúa el Agua Caliente Sanitaria (ACS) y los electrodomésticos. Ambos consumos por separado alcanzan el 20% del total de energía del hogar. La cocina (7,4 %), iluminación (4,1 %), el standby (2,3 %) y la refrigeración (0,8 %) son el resto de consumo del hogar.

De acuerdo con las fuentes energéticas, la electricidad tan solo supone el 35,1% del total de consumo energético de un hogar, y baja del 30% en las viviendas ubicadas en la zona continental. Un porcentaje bastante reducido sobre el total, sobre todo si tenemos en cuenta los beneficios de la electrificación del hogar en la reducción de emisiones con el uso cada vez más intensivo de las renovables.

Sin ir más lejos, las cocinas eléctricas reducen un 25-33% las emisiones promedio semanales de dióxido de nitrógeno dentro del hogar y contribuyen un 30% en el invierno y un 21% en el verano a concentración de CO2.

Además, la electrificación sirve para ahorrar en la factura de la luz; utilizar una bomba de calor en lugar de una calefacción convencional es mucho más eficiente, ya que genera entre 2 y 5 veces más energía de la que consume.

Las características de los electrodomésticos del hogar: eficiencia y sostenibilidad

Si atendemos únicamente al consumo eléctrico del hogar, los electrodomésticos son los aparatos que más consumen con mucha diferencia, ya que suponen el 55,2 % del total de gasto de electricidad de un hogar, muy por encima de la iluminación (11,7%), el ACS (7,5%) y la calefacción (7,4%). El consumo total medio por hogar es de 2.953 kWh al año.

Eso sí, existen diferencias bastante significativas entre los diferentes electrodomésticos que, de forma habitual, están presentes en un hogar. Evidentemente, los aparatos que más consumen son aquellos que están siempre encendidos o, al menos, la mayor parte del tiempo, como los frigoríficos o los congeladores. El ranking es el siguiente:

  1. Frigorífico: 662 kWh al año.
  2. Congelador: 563 kWh.
  3. Televisión: 263 kWh.
  4. Lavadora: 255 kWh.
  5. Secadora: 255 kWh.
  6. Lavavajillas: 246 kWh.
  7. Horno: 231 kWh.
  8. Aparatos en standby: 231 kWh.
  9. Ordenadores: 172 kWh.
  10. Resto de electrodomésticos: 76 kWh.

Los hogares están concienciados con el ahorro energético y el cuidado del medio ambiente. La mayoría de los electrodomésticos cuentan con etiquetado energético (el 90 %) en la categoría de muy eficientes. Esta tendencia es creciente en los últimos años, y todo hace indicar que irá a más en el futuro, sobre todo debido a la mayor concienciación de los individuos de mejorar la eficiencia y sostenibilidad de los aparatos eléctricos en el hogar.

Sin embargo, llama la atención que el standby, es decir, aquellos aparatos que están apagados, pero no desconectados de la red, supone el 7,5 % del gasto energético total de todos los electrodomésticos. Un consumo invisible que, sin duda, tiene repercusiones sobre la factura de la luz.

En cualquier caso, el consumo energético es muy similar entre diferentes hogares, aunque existen diferencias significativas según la ubicación geográfica de la vivienda y, por tanto, del clima, además del tipo de inmueble (unifamiliar o piso).

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