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Uso del aire acondicionado en los hogares

Con el calor del verano llega el temido aumento en la factura de la luz. Por esto, muchas familias españolas se lo piensan dos veces antes de encender el aire acondicionado o el ventilador, ya que son dos de los electrodomésticos que más energía consumen durante esta estación.

Sin embargo, a veces no se tiene en cuenta que la forma en la que se utiliza el aire acondicionado y el tipo de equipo son dos factores que intervienen directamente en el consumo de energía, en la factura de la luz y en nuestra huella medioambiental. Así que hoy veremos algunas características de los aparatos de climatización, su consumo real de energía y algunos consejos para hacer un buen uso del aire acondicionado en los hogares.

¿Cuánto consume el aire acondicionado en verano?

El consumo y el uso del aire acondicionado en los hogares depende de tres factores principales: la eficiencia energética, la potencia del aparato y el precio del kilovatio que tengamos contratado.

  • Eficiencia energética. La mayoría de los aparatos de aire acondicionado actuales están calificados con A+++, la etiqueta de mayor eficiencia energética. Esto quiere decir que un electrodoméstico de este tipo necesita consumir menos energía para enfriar el ambiente que uno catalogado con una eficiencia menor. Si tenemos un aire acondicionado de más de cinco años de antigüedad y una eficiencia energética inferior a la etiqueta A o B, convendría reemplazarlo por uno nuevo, ya que podremos rentabilizar rápidamente el gasto inicial con el ahorro obtenido a largo plazo en la factura de la luz. Además, contar con aire acondicionado más eficiente ayudará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a la utilización de fuentes de energía primarias, contribuyendo a la descarbonización.
  • Potencia eléctrica. Al momento de comprar un aparato de aire acondicionado, muchas personas no tienen en cuenta la potencia refrigerante del electrodoméstico, es decir, su capacidad de refrigeración (o de calefacción). Esta potencia se mide en kW y está relacionada con la superficie a refrigerar (en m2). Por ejemplo, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), si queremos refrigerar una habitación de 15 m², la potencia recomendada sería 1,5 kW. Y si la habitación tiene un tamaño de entre 30 y 40 m², el aire acondicionado más eficiente sería uno de entre 2,5 y 3 kW.
  • Tarifa contratada. El gasto y el tipo de uso del aire acondicionado en los hogares españoles depende también de la tarifa contratada y del coste de la energía total que consume el electrodoméstico. Es decir, el monto total de la factura de la luz dependerá del precio que paguemos por kilovatio y el tiempo que esté funcionando el aparato.

Actualmente es momento ideal para revisar nuestra potencia eléctrica contratada, con el objetivo de consumir energía de forma más eficiente y ahorrar en la factura de la luz. Esto se debe a que la nueva tarificación eléctrica permite a los hogares españoles controlar más su consumo energético, ya que se pueden contratar diferentes potencias (para los distintos tramos horarios) o reducir dicha potencia a los kilovatios realmente necesarios.

¿Cuánto consume el ventilador?

A simple vista, un ventilador consume mucha menos energía que un aire acondicionado. Un ventilador de pie consume, aproximadamente, 90 kilovatios por hora, mientras que el consumo de un ventilador de techo ronda los 60 kWh.

Sin embargo, a diferencia del aire acondicionado, el ventilador no enfría el aire, sino que lo remueve, dando una menor sensación de frescor. Esto puede llevar a que su uso sea más prolongado en el tiempo. En otras palabras: como el ventilador no enfría el aire, puede quedar encendido durante mucho más tiempo para conseguir una mayor sensación de frescor. Esto repercute en un gasto de energía superior y en una factura de la luz más costosa.

¿Qué sabes de la refrigeración por bomba de calor?

Las bombas de calor no sólo sirven para calentar los hogares en invierno, sino también para refrigerar el suelo en verano de forma muy eficiente. Lo que supone una solución integral para gestionar el frío y calor en el hogar con el menor gasto energético. Los aires acondicionados tradicionales siguen también un ciclo de bomba de calor, pero la ventaja de las soluciones que incorporan calor, frío y agua caliente sanitaria generan importantes ahorros en nuestra factura energética.

Si vas a realizar un cambio en tus equipos, infórmate sobre esta tecnología para que los expertos te puedan aconsejar sobre los beneficios de la misma y la solución que mejor se adapta a tus necesidades.

Consejos para el buen uso del aire acondicionado en los hogares

El buen uso de los aparatos eléctricos de nuestro hogar se traduce en un consumo de energía más eficiente, un ahorro en la factura de la luz y una reducción de la huella medioambiental. Así que aquí están algunos consejos para hacer un buen uso del aire acondicionado:

  1. Déjate guiar y asesorar por profesionales cuando vayas a comprar un aparato de aire acondicionado. Saber cuál es la superficie de la habitación donde será instalado el electrodoméstico o cuál es la orientación del sol nos ayudará a seleccionar el aire acondicionado más eficiente para cada situación y espacio de nuestra casa.
  2. Fija la temperatura de refrigeración en 26 ºC. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda ajustar la temperatura entre los 24 ºC y los 26 ºC. En casos de excesivo calor, selecciona una temperatura que esté 5 ºC por debajo de la exterior para obtener una sensación de frescor sin exceder el consumo de energía.
  3. No enciendas el aire acondicionado con una temperatura demasiado baja. Poner el aire acondicionado a una temperatura inferior a los 26 ºC no enfriará la casa más rápido. Al contrario, hará que el aparato trabaje excesivamente y consiga los mismos resultados produciendo un gasto innecesario de energía.
  4. Instalar toldos, cerrar persianas y correr cortinas. En días de extremo calor, aunque tengamos losaparatos eficientes, no viene mal tener una ayuda adicional para mantener las habitaciones más frías. Evitar que los rayos del sol sobrecalienten nuestra casa también es una forma de ahorrar energía y dinero.

Hacer un buen uso del aire acondicionado en los hogares mejora la calidad de vida, a la vez que se reduce la utilización de fuentes de energía primaria y se contribuye a la descarbonización de nuestro país. Así que la mejor forma de controlar el consumo del aire acondicionado es conociendo sus características y utilizarlas en favor de los espacios de nuestra casa. La clave para conseguir una eficiencia energética en casa es construir buenos hábitos y costumbres, como aislar las habitaciones, fijar una temperatura de refrigeración adecuada o realizar un correcto mantenimiento de los aparatos de aire acondicionado.

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